lunes, 20 de enero de 2014

CINCO PANES DE CEBADA

Muriel era una chica joven, actual, quería ser profesora y tras un examen muy duro, consiguió su sueño, impartir clase, aunque su sueño, en principio no era precisamente el de ir a un "pueblucho" sino a una gran ciudad.... Iba en un autobús repleto de gente y solían pasar por muchos pueblos y ella quería que alguno de ellos fuera Beirechea, su destino, pero no era así. Cuando llegaron allí, la chiquilla no se dio cuenta y se quedó sentada en su asiento y le tuvieron que avisar de que habían llegado (asi de motivada se encontró al ver el pueblo en el que debia trabajar). 
El colegio tenía un aspecto terrible, la suciedad y las ratas se hacían las dueñas del centro. 

Ana Maria y su hermano ayudaron a Muriel a limpiar todo el colegio y quedó mas visitable, aunque no todo lo que ella deseaba, ya que le faltaba una mano de pintura que avivara aquel lugar tan triste y "muerto".
Llegó el primer día de clase y tras muchos intentos porque alguien del pueblo le diera una lista de todo los alumnos que tendría, el alcalde cedio y una vez que ésta fue a pasar lista, vio que faltaban las dos hijas de Iparraguirre y una niña de siete años que nadie conocía.

Muriel llevaba mes y medio en Beirechea y su intención era quedarse un mes, no mucho más, ya que ella se decía a si misma que se merecia algo más, que habia estudiado muy duro para estar en un pueblucho como ese, tan anticuado y donde no se llevaba bien con la gente joven, ya que escaseaba bastante, pero algo le hizo cambiar. Y pensó quedarse hasta la Navidad. Pasaron los días y la joven parecía estar más motivada, se habia acostumbrado al pueblo y a su gente, ya tenia un pequeño grupito de amigos y se sentía mas a gusto.

Muriel hizo una biblioteca en su clase con sus propios libros o con algunos que le enviaba su madre o sus amigos e incluso gente del pueblo a los que iba pidiendoselos con tal de que los niños leyeran algo... A los niños les encantaban los libros de miedo.
Teresa, como premio a su esfuerzo, fue bibliotecaria porque leía muchos libros y además muy rápido. Muriel decidió pasar la semana Santa en su casa y alrededor de su familia. Cuando iba hacia su casa, en la parada de Pamplona estaban su hermana y su novio esperándole.


Al regresar a Beirechea, Muriel se acordó de que se le había olvidado su jersey rojo y la cámara de fotos allí, encima de una roca. Al salir del colegio se cogió su bicicleta y se fue a buscar sus cosas. Empezó a granizar y se perdió. Allí apareció Javier Arive y le ayudó a regresar a casa.
Muriel sabía que aquel no iba a ser un buen día y no lo fue.Los niños estaban alborotados y de repente apareció la inspectora, siendo un desastre la actuacion de los niños al mostrar a la inspectora. Fermín, que estaba enamorado de la profesora desde que la conocio le pidió a Muriel que se casara con él, pero ella le dijo que no, poco después Miguel también le pidió que se casara con él y también le respondió que no, aunque ella deseaba encontrar al amor de su vida, ninguno de los dos la llenaba como ella deseaba...


Pintó la escuela de blanco, y para tapar la gotera pintó también un luminoso sol que la cubría. Un poco más tarde llegó Javier Arive y le ayudó a pintar lo que quedaba, lo bastidores y ventanas. Estuvieron hablando y descubrieron mas cosas sobre ellos, tenian muchas cosas en común. Cuando terminaron de pintar el colegio estaba ansiosa porque volvieran los niños a ella. José Arana se sentó al lado de los conejos que habia dibujado con ayuda de unas plantillas.
Gracias al padre de una alumna puso una biblioteca para los mayores, viendo que no solo a los niños les interesaba la lectura.


Era domingo y Muriel estaba con Javier Arive. Le preguntó que había estudiado y él le respondió que había estudiado música pero que ya no la practicaba, poco a poco se fueron conociendo mas.
Teresa Iparraguirre quería seguir estudiando y tenia cualidades para ello, pero su padre no le dejaba porque decía que tenía que trabajar con él sembrando. José Mari y Muriel hablaron con él y despues de mucho insistir y buscar miles de soluciones, le convencieron para que pudiera estudiar. Muriel subió a su habitación y pensaba en el viaje de Teresa , que se iba en las fiestas del pueblo... Sus tres hermanas, Muriel y don José Mari le fueron a despedir.
Muriel fue a casa de Arive y él le pregunto a ver si se quería casar con él y ella le respondió que sí.



 Lo mejor: Lo real y normal de la trama. El hecho de que ninguna de las cosas que se leen dará para que quizás aparezca algo del mundo de las leyendas o mitos de popularidad actual. Te saca de esa trama en la que se dedican hoy la mayoría de los autores por lo que el lector les exige.  El saber que algo tan vano como el leer la vida de una profesora que va a dar clases puede ser tan o más interesante que la guerra a muerte entre vampiros y licántropos.